Lundi

La luz tan intensa, las sombras más profundas. Es en las sombras donde nos amamos.

Domingo

Levantarse, lavarse los dientes, bañarse, vestirse, maquillarse, peinarse, hablar, comer, reír, llorar, callar, comer, desvestirse, lavarse los dientes, leer, dormir. Como si nada pasara. Nada va a pasar jamás.

Mentira

No voy a extrañarte, no voy a esperarte en la noche, no voy a soñarte, no voy a quererte, no voy a escribirte, no voy a recordarte, no voy a imaginarte, no voy a dibujarte, no voy a pensarte, no voy a sentirte. Voy a mentirte.

Vacío

Huellas en carne viva, se desangra el sueño en la mañana gris. Es injusto que el tiempo no sufra.

Esta mañana

Gris absoluto, implacable. Un abrazo como toda una vida, una caricia resume lo infinito, aplasta el tiempo para siempre. La mañana cansada nos escupe a la calle. Ya era demasiado tarde.

Tan sola

Nunca me sentía tan sola como la otra vez, durante el partido de Argentina, cuando iba caminando por el medio de Callao, por la calle, durante cuadras. Nunca me sentí tan sola como esa vez, donde nada podía pasarme, donde era dueña de la ciudad, donde era completamente libre.......

Bonitus I

tu cuerpo en mi cuerpo, mi cuerpo en este tango, este tango en mis lágrimas....

(Mar del Plata, antes del ritual)

Crecimiento

Me preocupa qué va a ser de mi vida entre tantos edificios. Creo que en unos años nomás seré un ser extraño que ha tenido la loca experiencia de haber habitado en una casa, y de conocer más gente que lo haya hecho. Pasaremos a ser parte de una extraña secta urbana, nuestros relatos saldrán en documentales. ¿Cómo serán esos cuerpos del futuro, que vivieran más lejos aún del sol, rodeados de hormigón del bien alto, viviendo en lugares donde el espacio es cada vez más reducido? En Rosario en pocos días no quedarán más casas.......creo que hasta las catedrales serán en pisos de algún edificio....
El otro día me paré en medio de Plaza Francia y miré a mi alrededor. Es un ejercicio que me gusta hacer a menudo: ´donde esté paro, tomo conciencia de como está mi cuerpo y miro alrededor, tratando de percibir la mayor cantidad de detalles que pueda, no sólo desde lo visual, sino también olores, gusto, etc. "Acto de conciencia" le llamo yo. Como decía, el otro día realicé uno de esos actos en medio de Plaza Francia, un sábado al mediodía. Vi mucha gente parada o caminando (en realidad, menos que de costumbre y todos o casi- extranjeros, quizás por el partido), todos mirando "para abajo", en realidad, mirando sus celulares, mandando o recibiendo mensajes de texto. Postura similar he observado en los ciber. Me imaginé inmediatamente, por un lado, los consultorios de traumatólogos y cirujanos llenos y por otros, una raza nueva de hombres, más avanzados, superiores, con la última tecnología, con una espalda similar a la de los gorilas......

A la salida de BA

Lo veo caminar. Me llama la atención su desesperación, es lo que siempre me conmueve y me atrapa de los de su clase. Esa búsqueda de vida o muerte, y los autos que pasan sin mirar, y los malos tratos, los insultos, sólo de vez en cuando algún consuelo.
Este en particular era un sobreviviente, al menos eso dejaba pensar su renguera. La mirada suplicante, ya en huesos, hacía sentir que nada que uno le diera ya podría calmar tanto tiempo de necesidad. Sin embargo, se conforman con tan poco, (son sabios en algún punto y te hacen ver tu lado más cruel). Pero él seguía, sin miedo. La que sufría como siempre era yo, que lo miraba desde arriba, sin poder salir ni moverme. Un pedazo de pan en su boca y sigue. Alguna caricia y un camión que se dirigió justo donde el pobre perrito estaba cruzando....

"Devias estar aqui rente aos meus lábios
para dividir contigo esta amargura
dos meus dias partidos um a um -
Eu vi a terra limpa no teu rosto,
Só no teu rosto e nunca em mais nenhum "
Eugénio de Andrade

recorridos, topografías, calles de la ciudad que reproducen calles del corazón, del recuerdo. Volver una y otra vez a los itinerarios abandonados, con esa necesidad de encontrar intacto aquel bar, aquella esquina, el negocio de la vidriera peposa, tu risa, encontrarte una vez más donde te dejé, para volver a abrazarte y volver a dejarte y volver a encontrarte en la intemporalidad de esas calles internas, que a veces intentan copiar algunas ciudades, pero nada va a poder copiar tu cara de esa mañana, ni las fotos en el ascensor del viejo hotel, ni los dibujos en el aire que tanto nos gustaba regalarnos.
La ciudad desaparece bajo el fútbol, y yo camino por calles y avenidas, única sobreviviente de su vida, de esos itinerarios, pero sé dónde encontrarte y te esquivo, doblo en la esquina anterior, me subo a un colectivo, pero me sorprendés en la ventana de esa casa, tu voz en ese rincón, una caricia en la parada. Entonces no puedo más que perderte, y de eso está hecho mi tiempo y esta ciudad..........