"Je n’ai pas le temp de perdre la tête"
Thievery Corporation – Tema 9
Cuando surgió la idea de sacar fotos pidiendo a la gente que ponga cara de loco, me preocupaba qué hacer con la gran cantidad de fotos que seguramente iba a tener. Me imaginaba las fotos multiplicándose casi solas; incluso habría quienes me pedirían sacarse más de una foto.
Ya en la primera salida "al campo" la realidad me regaló otra experiencia: la gran mayoría de las personas se negaba rotundamente, no a que les saque una foto, sino a la cara de loco. Aduciendo "no saber nada de eso", "no saber cómo es", "no se me ocurre nada", "a ver si me internan", "yo no quiero que se rían de mí"- las cinco respuestas más populares- me dejaban ahí parada, con la cámara en la mano y la boca llena de preguntas...
¡Cuánto miedo al sinsentido, a salir del sentido único, de la masa...! ¡Qué triste que nadie se anime a enloquecer, aunque sea por un instante; por el ínfimo transcurso de un click!
Tanto la locura como la genialidad tienen que ver con la extralimitación, o con experimentar, a veces, que sería como salirse del propio perímetro. Pero cuánto miedo da lo imprevisible, lo distinto, la ruptura de cierta imagen, del molde, de la linealidad y de la rutina cotidiana de muchas vidas, que acuna en una comodidad de doble filo. En medio de la vorágine que implica la vida actual, hay que permanecer siempre idéntico, sin cambios, a través del tiempo. Imágenes estáticas, moldes, cuerpos rígidos hechos a medida. Y mentes, y almas.
¡Y qué lindo que es cuando uno ríe como loco, o está loco de amor, o grita, baila, canta, llora, come como loco.....! ¡ ¿Qué es entonces correr, trabajar, estudiar como loco, si nadie sabe de qué se trata? Los sentidos se multiplican hacia el infinito, rompiendo el sentido único, eximio fabricante de locura.....
Creo que vamos y venimos de la locura a lo largo de nuestro tiempo; nos desplazamos casi sin darnos cuenta; se la encuentra allí, en nuestros cuerpos, en nuestras almas. En la vida........
